Cuando los romanos llegaron al Bierzo, fascinados por la grandeza de unos montes que se imponían delante de ellos, observaron la presencia de un gran número de “Aquilias” (águilas) que sobrevolaban los montes, otorgándoles así el nombre de Montes Aquilianos.
El viñedo situado en las faldas de los Montes Aquilianos e influenciado totalmente por sus caprichos climáticos,
Foto: Brotación
le transmite al vino un perfil muy característico y por eso merece el nombre de Akilia.
Akilia nace con la voluntad, el esfuerzo y la ilusión por recuperar viñedos viejos de variedades autóctonas, como es el caso de la Mencia, en un entorno de especial interés enológico y de gran belleza, como es el Bierzo.
Foto: Brotación